En el mítico circuito del Jarama de Madrid tenemos estacionado de forma permanente un auténtico y original “double decker” inglés Bristol Lodekka de 1968 para The Royal Experience Company.
The Royal Experience Company te ofrece un nuevo concepto de experiencia de conducción y entretenimiento ambientado en los años 60.
Dentro de un circuito acotado de 6.000 m2, se pueden realizar tres actividades. La conducción del Westfield AeroRace es la principal; las otras dos están pensadas para hacer tiempo mientras otros conducen, pero también tienen mucho encanto y han conseguido entidad propia dentro de la experiencia global.
- Westfield AeroRace
El Westfield AeroRace es un modelo tipo Seven equipado con motor Ford Zetec de 180 CV, que tan solo pesa 450 kg y que no cuenta con ninguna ayuda electrónica, convirtiendo la conducción en algo muy auténtico. El circuito consiste en un recorrido alrededor de grupos de conos, al más puro estilo drifting.
- Batak
El Batak consiste en una máquina de entrenamiento que utilizan los pilotos de F1 para mejorar sus reflejos. Una estructura en forma de X contiene varios pulsadores que se van iluminando aleatoriamente según los vayamos pulsando. Se trata de pulsar cuanto más mejor en determinado periodo de tiempo.
- Crazy Carts XL
Los Crazy Carts XL son unos pequeños coches eléctricos que derrapan con muchísima facilidad, lo que ayuda a practicar este tipo de conducción. Al ser eléctricos aceleran bastante, con lo que hay mantener el control sobre el pedal en todo momento. Otro punto interesante es que no cuentan con frenos, con lo que el control del derrape es fundamental para no acabar en los muros hinchables del circuito.
Nuestro bus inglés Movilbus completamente personalizado por fuera y por dentro se utiliza como zona de descanso. Estacionado junto a la parte delantera donde hay instaladas mesas, permite descansar y esperar a que llegue nuestro turno para realizar cualquiera de las tres actividades. Una zona de confort chill out presidida por nuestro Royal Bus, un auténtico y original “double decker” inglés de 1968 en el que tomar algo y recuperar fuerzas se convierte en una experiencia por sí misma.
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